La verdad es que hace bastante que creé este diario pero tenía el bloqueo de la página en blanco y no sabía realmente como empezar... pero, como dijo un gran filósofo: "El movimiento se demuestra andando, pues andemos" (dixit Carlitos Balá, 1925- ).
Lo difícil era determinar si empezar por el principio (valga la redundancia) o por el momento actual (que, por supuesto, está a años luz de eso) pero lo solucioné como buena geminiana (mis personalidades múltiples discutieron un rato, casi, casi que se agarraron de las mechas y llegaron a un acuerdo salomónico: "ni muy muy, ni tan tan"), por lo tanto cada entrada hará una breve historia de como todo se derrumbó y una pequeña nota del día actual, hasta que ambas corrientes se junten y, si todo sale bien, para ese entonces estaré curada.
Así que basta de cháchara, comencemos!!
HISTORIA: Por alguna extraña razón psicológica, desde niña (creo que tendría 6 o 7 años cuando me dí cuenta) pensé que no me merecía cosas buenas y que en esos raros momentos en que la vida parecía ir sobre rieles, algo malo iba a ocurrir, así como de golpe y sin esperarlo. Y fijense que, a lo largo de mi vida, esto ha sido una constante ("un grupo de psicólogos aquí por favor").
Por eso, cuando este año todo iba tan bien (familia, trabajo, amigos, sexo, un planeado viaje a Europa) me desvelaba pensando en lo que iba a pasar para estropear este momento (¿estar en Europa y que le pasara algo a alguien de la familia y tuviera que volver?¿que Cristina (CFK) decidiera cerrar las fronteras definitivamente y dejarnos a todos acá adentro?) pero nunca me imaginé por donde iba a venir el golpe...me agarraste bien, bien descuidada.
Era el último fin de semana de mayo cuando de golpe me cayó un acoplado encima, tenía semejante cansancio que parecía que había corrido un triatlón ida y vuelta. Me pasé los dos días en la cama sin ganas ni de respirar pero como buena negadora se lo atribuí al cansancio, el trabajo, el estrés, etc, etc (¿o no tenemos suficientes razones para estar agotados con este ritmo de vida?). Así que descansé y esa semana me arrastré por mi rutina sacando todas las fuerzas de donde sea que están guardadas. Pero el siguiente fin de semana se le agregó un dolorcitooo justo abajo de la última costilla izquierda que jodía bastante.
Por ende, a pesar de creer que no era nada, el lunes 3/6, después de la jornada laboral y antes de retirarme del hospital (no sé si aclaré que soy directora de un pequeño nosocomio de la provincia de Buenos Aires) me hice una "plaquita" (léase radiografía de tórax) como para despuntar el vicio porque YO sabía que no era nada. Bueno, estamos esperando que salga la placa charlando con el radiólogo, el pulmón derecho perfecto (¿viste que no era nada? jaja), donde tendría que haberse visto el pulmón izquierdo...chan chan chan...un puto derrame pleural que ocupa el 50% del campo pulmonar. ¡A la marosca! ¿y esto?. Mostramos la placa a los colegas, y decidimos hacer una TAC de tórax urgente.
HOY: Domingo, 25/08, ya pelada (¿para que esperar esa molestia lenta de la caída sin control?), con mucositis (inflamación de la mucosa provocada por la quimioterapia), pero con más animos que nunca. A las 6 de la tarde se fueron mis viejos a su casa (distante a 50 km de la mía), vino mi enfermera y amiga a ponerme la inyección de todos los días y acá estoy tratando de hilvanar como se desarrolla mi vida. Todas las fuerzas y todo el ánimo, por suerte. Así que, mañana a las 7 y 30 a trabajar y a demostrar que otro día más me da la victoria...
LINFOMA= 0; MONY= 1
